La importancia del reciclaje de objetos electrónicos
Cuando hablamos de RAEE nos referimos a residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, que son elementos muy peligrosos para la salud.
A primera vista, esta clase de residuos se compone de objetos comunes, como heladeras, microondas, televisores, herramientas eléctricas, juguetes. El problema de estos residuos es que, junto con los materiales reciclables, se encuentran sustancias altamente contaminantes, como plomo, mercurio, arsénico, cadmio y cromo hexavalente.
Estas sustancias no solo son tóxicas, sino que poseen gran capacidad de dañar el ambiente y afectar la salud de la población. Un ejemplo clave: el tubo de rayos catódicos de un solo televisor puede contaminar hasta 40 millones de litros de agua.
Pero los residuos electrónicos tienen componentes valorizables. El plástico, el hierro y el acero suman más del 50% de un RAEE promedio, que mediante el proceso adecuado, se pueden reutilizar en la producción de nuevos objetos electrónicos.
Así, no sólo se ahorra materia prima, sino que también se ahorra energía.
Pero como el reciclaje es un circuito, para lograr el procesamiento adecuado de objetos electrónicos, todos los involucrados deben tomar conciencia de su papel. Los usuarios de objetos electrónicos deben entender los problemas que conlleva una mala gestión de los residuos, y las empresas deben entender la responsabilidad extendida como un valor agregado que ofrecerán al consumidor.
Juntos, podemos lograr una correcta gestión de los RAEEs, para recuperar prácticamente el 100% de los materiales, y reducir el impacto ambiental al mínimo.